por Mirella Machancoses
Hoy vengo a hablaros de otro tema quizá controvertido pero que ha cambiado por completo mi manera de ver el rol (tanto emitido, como publicado o incluso mis propias historias), y que creo que puede ayudarnos a mejorar a todas las personas muchísimo al crear nuestras historias: es lo que llamo, «el masculino por defecto». Acompañadme para descubrir a qué me estoy refiriendo.
Cómo comenzó esto
Para que entendáis mejor a qué me estoy refiriendo, quiero explicaros porqué uso el término y de dónde viene. Como muchas de las cosas bonitas que han sucedido estos últimos años en los que me he dedicado más al rol de mesa, las responsables son las chicas de Carpe Dice. Por si no las conocéis, son un grupo que emite rol por Youtube y Twitch y que tienen algunos de los programas que más disfruto oyendo.
Pues fue oyendo a las chicas de Mesa de Arpías, uno de sus programas, cuando había algo que no me cuadraba en lo que estaba oyendo. Todo me parecía maravilloso pero… había algo raro, que no sabía definir. Me costó darle muchas vueltas y ver una charla de Liza que no me canso de recomendaros cuando por fin caí en qué era lo raro de todo aquello: todos los pnjs (absolutamente todos), los que no tenían porqué ser masculinos, eran femeninos. ¿Que entraban en una tienda? Había una adorable pareja sáfica a los mandos. ¿Que entraban en un templo? Lo dirigía una sacerdotisa con las cosas claras. Y así con todo.
Darme cuenta de esto cambió por completo mi perspectiva de todo el rol que había leído, jugado, escrito y dirigido hasta la fecha. ¿Cómo era posible que esto me resultara chocante? ¿Cómo era posible que hasta yo tendía a hacer personajes masculinos por defecto en mis historias? Y, sobre todo, ¿cómo no me había dado cuenta antes?
¿Qué es el masculino por defecto?
El masculino por defecto es utilizar personajes de este género cuando no haya una razón de peso para que sean de otro. Esto, en general, se limita a poner mujeres cuando son una de estas tres cosas:
- El interés romántico
- Una madre
- Un personaje que cuida (sobre todo anciano)
Ya ni hablamos de querer personajes de géneros no binarios, pues los ejemplos brillan por su ausencia. O cuerpos no normativos, o discapacidades, otras razas tratadas con respeto, etc. Pero hoy aquí nos vamos a quedar en el género, que si no os escribo otra biblia como la del historicismo.
Este masculino por defecto lo podemos ver en casi todos los productos audiovisuales actuales, y muchísimo más en los antiguos. Y, cualquier cambio que se intente hacer de esto, suele levantar ampollas en ciertos sectores, normalmente reaccionarios. Pero, ¿por qué seguimos sin representar a más del 50% de la población en nuestra ficción? ¿Acaso las mujeres y las personas no binarias no merecen ser héroes? O, más aún, ¿qué motivo encontráis para que no sean taberneras, tenderas, las mujeres al mando de tu religión de ficción?
Voy, pues, a intentar analizar algunas problemáticas específicas que he encontrado desde que soy consciente del problema y, como siempre, intentar dar algunos trucos que me han ido funcionando. Lo más importante, es que aprendamos juntas. Huelga decir que no voy a entrar en los temas históricos, que traté en profundidad en otro de los artículos de este blog, que podéis leer aquí.
Cuidado con la narración compartida e improvisada
Incluso los que somos más conscientes en estos temas e intentamos tenerlo en cuenta en todo lo que hacemos, hay en un momento en el que tendemos a olvidarnos de ello: cuando improvisamos. Como muchos sabéis, me encantan los juegos de narración compartida (PbtAs, storytellings, juegos indies de este estilo en general) pero… es facilísimo caer en clichés cuando jugamos, debido a la falta de preparación. Y uno de estos clásicos clichés, es el género.
¿Alguien en apuros? Una mujer. ¿Líder de facción? Hombre. ¿Persona que cuida? Mujer. ¿Le gustan las armas? Hombre. Y, peor aún… cuando no nos cuadran ninguna de ambas: masculino por defecto. Así, nuestras historias acaban plagadas de hombres, un pequeño porcentaje de mujeres en roles de género tradicionales y… ningún personaje no-binarie.
Bien sé que hay muchos que lo cambiáis, y juegos que específicamente intentan romper estas dinámicas, como «Ávidas Espadachinas Sáficas», pero si a partir de ahora os ponéis las gafas moradas cuando estéis improvisando en cualquier storytelling y huís de tópicos como «la doncella en apuros», o «el gran guerrero», veréis como pronto tenéis unas partidas mucho más variadas e inclusivas. O si elegís el género de cada pnj chorra que añadáis, siendo conscientes de ello.
Responsabilidad editorial
Obviamente, esto incluye el material de rol publicado por las diversas editoriales. Una de las cosas en las que siempre me fijo yo cuando me llega un nuevo producto rolero es en el tratamiento de género que se le da: ¿hay alguna sección dedicada a la inclusividad? ¿tiene personajes variados de géneros diversos? ¿explota los estereotipos de manera hiriente? ¿usa lenguaje inclusivo? Y, aunque se ha mejorado muchísimo, en los últimos meses me ha puesto muy triste ver algunos productos roleros que han tenido un impacto brutal, pecando de exactamente lo mismo que hace 40 años. Es hora de que demos de manera conjunta un paso adelante.
Sin entrar en detalles de unos u otros, sí que hay una tendencia que me gustaría destacar y que creo que impacta muchísimo en ayudar a que narradores y jugadores tomen consciencia del problema derivado del masculino genérico: el lenguaje que estos utilizan. Hay muy pocos juegos que opten por publicar con el lenguaje neutro en -e (sí, sé que es un neologismo, sí, sé que a muchos os suena fatal pero… pone de relieve el problema como nada, ¿verdad?). Entre lo poco que he visto publicado así en castellano, casi todo es autopublicación, como La Ciudad del Fango, el recién sacado juego de Crisis Creativa.
Algo que sí se ha extendido más entre algunas editoriales ha sido el uso del femenino genérico. A los primeros que se lo vi fue a la fantástica gente de All The Little Lights. Cuando leí 7 días de Travesía, me quedé impactada no solo por las geniales mecánicas, que eran muy de mi estilo, si no porque parecía que todo tuviesen que ser mujeres en ese universo. Hasta que te das cuenta que no, que simplemente, «personas» es un sustantivo femenino, y que esta es la opción que han usado para hacer el neutro. Especialmente he observado que sus fichas, en las que todo está en femenino, invitan a las jugadoras a hacerse más personajes femeninos, y a que los pnjs que te encuentran también lo sean. Y, solo con eso, ya se está ayudando brutalmente a que cambien las cosas.
Obviamente, la mayoría de las editoriales siguen usando el masculino genérico en todo lo que editan. Sin entrar en sentirse incluido o no cuando hablan de «narradores» o «jugadores», cosa a la que estamos acostumbradas, mi reflexión quiere ir para otro lado: ese lenguaje, especialmente en los storytellings y juegos más narrativos, hace que el mundo se plague de más personajes masculinos. Si pones «el médico» o «el juez» en tu semilla de aventura o en tu arquetipo, es más fácil que, quien la coja, perpetúe con ellos un mundo en el que falta el 50% de la población. Así que, especialmente como escritores, tened cuidado con ello en vuestras historias, es más fácil de lo que parece caer en ello.
Por otra parte, encontramos las aventuras y crónicas que se publican. En ellas, el problema va más allá de las convenciones editoriales a la hora de hacer el genérico, e impregna cada una de las páginas: desde la formación del mundo que estés haciendo hasta tu listado de pnjs o los personajes pregenerados en caso de haberlos. Sinceramente, cuando veo un módulo con más de 20 pnjs incluidos, y solo hay un par de mujeres y estas son objetos sexuales o madres, me pongo bastante enferma. Y me da igual la excusa histórica que nos pongamos para ello (me remito de nuevo al ya citado artículo del historicismo).
Así que por favor, cuando escribáis rol, ¿podéis plantearos si es necesario que tal o cual personaje sea masculino? Y para las editoriales: sed sensibles con el tema, y si pensáis que no tenéis suficiente conocimiento para ello, contratad a una lectora o lectore de sensibilidad, tema del que hablaré más adelante.
Trucos
Si habéis llegado hasta aquí y pensáis que os gustaría mejorar en este sentido, os voy a dejar los trucos que me han servido a mi para cambiar la perspectiva de lo que creo cuando estoy tras la pantalla o tras la pluma.
- Huid del masculino por defecto. Cada vez que vayáis a dar el nombre de un nuevo pnj o escribidlo pensad: ¿hace falta que sea de un género definido? Si la respuesta es no, hacedlo del más inesperado o menos clásico. Así ayudaréis a romper estereotipos. Poned une líder de facción no-binarie, la clérigo supremo de vuestra religión a una mujer, a un hombre como el secuestrado en apuros. Os puede parecer una tontería, pero cada uno de estos pasos nos ayuda a crear un mundo más igualitario.
- Revisad vuestros escritos. Si os dedicáis a escribir rol, revisad lo que escribís. ¿Os ha salido desequilibrado? ¿Hay una razón de peso para ello? ¿Tenéis a alguien de género no-binario entre vuestros personajes? Si es así, revisadlo, e intentar incluir más variedad. Cada pasito cuenta.
- Reflexionad sobre género en todos los aspectos de vuestro mundo y mitología. El masculino por defecto no se limita a los pnjs más normales, también a las propias fuerzas de creación del mundo, su mitología, sus héroes, sus antagonistas. En Sección Oculta, por ejemplo, he intentado meter bastantes villanas y diosas/criaturas mitológicas femeninas, huyendo de los estereotipos, y es una de las cosas que más ha chocado a algunos testers. Y es que la igualdad está en ambos lados de la balanza entre el bien y el mal.
- Usa lectoras de sensibilidad. Esto se puede usar tanto para género como para sexualidad, temas raciales o de discapacidades. Sea como sea, si tienes presupuesto, no eres parte del colectivo, y tu juego toca alguno de estos temas (y en el caso de género esto incluye a absolutamente todos los juegos), ¡contrata lectores de sensibilidad! No son (o somos, que si necesitáis revisión de género o de temas de historicismo me podéis llamar) tan caros, y veréis que conseguís un producto muchísimo mejor con muy pocos cambios.
Conclusiones
Espero que os haya gustado esta pequeña reflexión sobre el tema y que, a partir de ahora, oigáis una pequeña vocecita en vuestras cabezas cuando vayáis a dar forma a un personaje: ¿Estoy volviendo a poner un personaje masculino por defecto? ¿Podría hacer algo para cambiarlo? Solo con eso, ya me hacéis un poquito feliz, y nos haréis sentir a todas y a todes mucho más seguras y segures en vuestros espacios.
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septiembre 15, 2021 a las 10:11 am
Pues fíjate que una de las cosas que me llamó la atención al traducir rol en inglés, es que el Master es femenino por defecto y siempre usar «she» o «her».
Por cierto, no sabía que tenías blog. Me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece.
Un abrazo rolero.
septiembre 20, 2021 a las 11:35 am
Hola Rocío! Sí, depende un poco del libro que leas, pero empieza a ser muy habitual alternar y poner al DM en femenino en post de la diversidad. Muchas gracias por el comentario y ya nos vamos leyendo!