por Mirella Machancoses

Hoy en el blog quería tratar un tema que ha surgido bastante en los grupos de rol de Telegram en los que me muevo últimamente y que, entre otras cosas, me llevó a crear PequeRol, un grupo de Telegram para papis y mamis de pequeños roleros, para debatir, hablar de juegos, etc. Por seguridad, no pongo el enlace aquí, pero podéis preguntarme por privado el enlace y estaremos encantados de daros la bienvenida a él.

Cuando leemos algunos de los artículos más populares para el rol con niñes, normalmente vemos que muchos de los juegos comienzan a partir de los 5 años, y unos pocos bajan hasta los 3-4. Si tenéis curiosidad sobre los juegos para los más pequeños de la casa, Bebé a Mordor (BaM) tiene un montón de artículos interesantísimos, entre los que destacamos éste, que os va a guiar bastante en qué juegos son mejores para vuestros niñes según la edad.

Sin embargo, voy a centrarme en este artículo en el tema que más controlo, que es para los menores de 4, ya que mi peque los cumplirá este otoño, y llevamos ya unas cuantas partidas a la espalda. ¿Queréis saber cómo lo hacemos?

¿Es demasiado pronto para empezar a jugar con mis hijes?

Os diría que nunca es demasiado pronto para jugar a rol, pero no sería exactamente verdad. Creo que la clave para elegir el momento de comenzar a jugar con ellos es la verbalidad. En cuanto empiecen a responder preguntas, aunque sea con un vocabulario sencillo, se puede empezar a jugar, aunque, obviamente, no será jugar a rol como lo conocemos los adultos, o como lo harán ellos mismos a partir de los 5 años, cuando sus capacidades verbales, pero también cognitivas, sean mucho mayores.

En nuestro caso, el peque fue verbal muy pronto, y a partir del año era capaz ya de interactuar con los cuentos que le narrábamos por la noche, así que empecé a darle a elegir opciones de desarrollo: el color del dragón, qué le apetecía comer, etc. Cosas sencillas pero que le daban autoridad narrativa. Y así empezó nuestra andadura.

Así que, si ya habla, ¡adelante!

¿Pero esto es rol?

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Aprendiendo los números utilizando dados.

La gran pregunta que, lamentablemente, surge más veces de las que querría, y en todos los conceptos, incluido el rol para adultos. El problema es que la definición de juego de rol, y lo que se considera central para que lo sea, varía sustancialmente según a quien le preguntes. Para mí, siempre ha sido el interpretar un papel, vivir aventuras a través de la piel de un personaje. Y es eso lo que diferenciaría un rol en vivo de una gymkana.

Sin embargo, cuando hablamos de rol con niñes tan pequeñes, es imposible que cojan esa máscara. No saben diferenciar entre ellos y el personaje. En la última partida, mi hijo, de 3.5 años, se bautizó «Super Jano el Pirata» y lloraba porque quería que todas sus habilidades estuvieran al máximo. Poco a poco, está diferenciando persona y personaje, pero no creo que pueda hacerlo claramente hasta más adelante. Pero da igual, las bases ya están asentadas.

Tened en cuenta que no saben leer y escribir, no tienen capacidades matemáticas complejas (ni sumar y restar hasta pasados los 4), así que va a diferir muchísimo del rol con los mayores. Pero no pasa nada, ¡os servirá para ir desarrollando esas habilidades!

Sin embargo, en el sentido de narración compartida, emergente entre todos los de la mesa, ¡es claramente rol! Así que cojo esa definición a la hora de contaros el camino que he seguido para llegar hasta donde estamos.

¿Rol en vivo o rol de mesa?

En muchos juegos, veréis que la versión de «rol en vivo» es la que sugieren para los más pequeños, como pasa en el conocidísimo «Pequeños Detectives de Monstruos». Así, el niño está en movimiento, siguiendo la historia. A mi, sin embargo, me parece que se acaban convirtiendo en gymkanas temáticas (¡que están genial!) pero se alejan todavía más de lo que sería el rol en sí mismo. Ni hay papel que interpretar, ni tienen demasiada agencia en la historia. Eso sí, ¡se lo pasan genial! ¡Así que no dudéis en probarlos también!

Personalmente, me voy a centrar más en la experiencia en torno a una mesa, en la cama a la hora del cuento, o tirados en la playa, ¡eso da igual! Con que llevéis vuestra imaginación encima, ya vale.

Pautas por edades

Dado gigante impreso en 3d para jugar a 8 tesoros.

Cada niño es un mundo, así que adaptad estas recomendaciones al nivel de desarrollo de vuestro niñe. No os agobiéis si no es capaz de hacer una cosa u otra. Vuestro peor enemigo es la frustración. Si el peque acaba odiando la actividad, ¡estáis perdides!

  • Menores de 2 años: Muchos peques de menos de 2 años no son capaces de mantener conversaciones. Si es el caso del vuestro, id con paciencia. Poco a poco, podéis ir contándoles cuentos que el mío llama «cuentos con la boca», es decir, improvisados, sin libro del que leer. La narrativa en estado puro. Eso les va acostumbrando a improvisar y a no tener miedo a que todo tenga que ir sobre piedra. En cuanto comiencen a hablar, id haciéndoles preguntas como si fuese un libro de «elige tu propia aventura», verás como van perdiendo el miedo a participar en la historia, y suele encantarles la experiencia. Consejos:
    • Mantén la historia por debajo de los 5 minutos
    • No intentes narrativas demasiado complejas
    • Elige siempre de base los intereses de tus peques (su cuento favorito, la patrulla canina, los dinosaurios, etc.). En nuestro caso, los dragones, con los que tenía verdadera adoración.
    • Ves trabajando sobre el mismo cuento, a los menores de 3 años les encantan las estructuras repetitivas, saber lo que va a venir. Aprovéchalo y desarrolla variaciones sobre eso.
  • De los 2 a los 3 años: La capacidad verbal de los mayores a 2 años se va desarrollando a pasos agigantados. Seguramente ya empiece a hablar con frases más complejas, y su capacidad para seguir las historias será mayor. Es el momento de ir adaptándose a su desarrollo y subiendo la complejidad para mantener su interés. Este fue el momento en el que introdujimos nosotros (ya pasando los 2.5 años) algunos juegos prehechos como 8 tesoros, del que os hablaré más adelante. Juegues a lo que juegues, ten en cuenta que no suma, pero sí pueden usar los dados para empezar a practicar la lectura de números.
    • Ve haciendo un poco más complejas las historias.
    • Déjale más margen narrativo en tus preguntas conforme vaya mejorando su capacidad de habla.
    • Si ya empieza a leer números, usa dados para fomentar esa capacidad. Pueden ser tan sencillos como d4, o d8 que es con lo que empezamos nosotros.
    • Si los dados te parecen muy pequeños y no encuentras dados grandes, los puedes imprimir si tienes acceso a una impresora 3d. Os dejo aquí un enlace a los que hemos usado nosotros.
  • De los 3 a los 4 años: El salto cognitivo que darán los peques al empezar el colegio será espectacular. Entramos en una fase fundamental para su desarrollo, empezando a con la prematemática y la prelectura. Nosotros estamos usando el rol para fomentar esas cualidades. Ahora ya hemos incorporado las fichas impresas para el personaje, donde él dibuja a su personaje, tiene las primeras estadísticas y empieza a hacer sumas y restas sencillas (con números por debajo de 10). Como siempre, no olvides a adaptarte al desarrollo de tu peque, nunca le fuerces e intenta no frustrarle. El verdadero problema que nos hemos encontrado con el nuestro es que quiere coger él el poder de la narración, ¡y no nos deja añadir nada! Pero es que nos ha salido cuentista, qué se le va a hacer.
    • Mantén las historias por debajo de 15-20 minutos. No tendrá capacidad de atención para más. Puedes reducirlas si es necesario.
    • Usa juegos muy sencillos.
    • Comienza con las gymkanas tematizadas.
    • Mete a más de un jugador, sea el otro progenitor u otros niñes de su edad, para que empiecen a aprender a trabajar en equipo.
    • Usa disfraces o complementos, ¡eso les encanta!
Nuestro peque jugando a 8 tesoros con 3.5 años. Disfrazado de «Super Jano Pirata. Y sí, tiene alas xD

Juegos que funcionan bien para menores de 4

Ahora quiero dejaros una pequeña lista de los juegos que más nos han funcionado a nosotros, o que nos han recomendado mucho para estas edades, aunque no los hayamos probado aún (¡estamos trabajando en ello!).

  • 8 tesoros– Aunque al entrar la web veáis que pone para +5 años, ¡esto no es así en absoluto! A los mecenas del verkami nos entregaron unas reglas simplificadas para los más peques y gracias a esto se ha convertido en nuestro juego de cabecera. La temática pirata funciona genial con los más pequeños, y capturó la imaginación de nuestro hijo desde el primer momento. Con las reglas simplificadas, no hacemos ficha, si no que tiran el dado de 8 y si sacan un 3 o más, sacan la tirada. Funciona bien para evitar la frustración con ellos, y os lo aconsejo fervientemente. Con ello aprenderán de manera divertida a leer los números hasta el 8, a narrar, y a lidiar con las adversidades. Cuando veas que empiezan a sumar y restar, puedes poner las reglas habituales, y se adaptarán perfectamente. Como las restas son más difíciles, os aconsejamos que veáis la creación de investigadores junior en Contratiempos y las adaptéis, ya que así las restas no serán necesarias y les resultará menos frustrante.
  • Contratiempos– De los mismos creadores que 8 tesoros, acaba de salir al mercado. Es un juego totalmente compatible con el anterior, pero basado en viajes en el tiempo. Diría que es para un poco más mayores, por la complejidad del planteamiento, pero el mío se muere de ganas de viajar a ver a los dinosaurios, así que lo probaremos en breve. Lo que sí que aconsejo, como he dicho antes, es que uséis las reglas de investigadores junior como paso intermedio en 8 tesoros, ya que las características no tienen -1, un tema que había resultado muy frustrante con el nuestro (pese a que sabe restar, pero no quiere ser malo en nada xD)
  • Pequeños Detectives de Monstruos– Este juego de Nosolorol es, quizá, el más popular entre el rol infantil de más corta edad. Sirve para trabajar los miedos, pero particularmente no me convence para las partidas de mesa, al menos con los más pequeños. Eso sí, sus recursos para crear gymkanas tematizadas son espectaculares, y a partir de los 5 tiene que funcionar particularmente bien ya con los personajes. Echadle un ojo porque hay mucho que aprender de él.
  • Monster Kit– Lo descubrí el otro día por casualidad y en casa nos ha encantado. La parte de rol es solo uno de los modos de juego que contiene y he de decir que aún no lo hemos probado, aunque creo que va a funcionar francamente bien a partir de los 3.5 años. A nosotros nos ha salvado bastante ya que en su modo normal es un juego de dibujo muy divertido, ¡y esa es una de las cosas que no había manera de trabajar con el peque! Ha sido un antes y un después y tengo muchas ganas de probarlo como juego de rol (sacan cartas, dibujan el monstruo y luego crean la ficha). Quizá, a nivel de creación de personajes y al interpretar al monstruo, el que más ha capturado mi interés de todos los que os cuento hoy.
  • Tiny Dungeon– Es uno de los juegos que no hemos probado pero nos han recomendado en el grupo de papás del que os hablo al principio del artículo. Tiene una versión para niños, que es la que os he enlazado, pero me han dicho que apenas difiere de reglas con la de los adultos (aunque las ilustraciones están adaptadas). Sirve para jugar ya historias con dungeoneo, y los peques se lo pasan bien recortando las figuras y jugando ya con un tablero delante.
  • Mausritter– En la misma línea que el anterior, pero moviéndose por hexágonos y con adorables ratoncitos, tenemos Mausritter, de El Refugio, una de mis editoriales favoritas del panorama español. Ahora que me han chivado que se puede adaptar a los más pequeños, está en mi lista de deseados para el futuro próximo. Ya os contaré, supongo, qué nos depara la exploración.

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