por Mirella Machancoses

Como casi siempre que comienzo un artículo en este blog, suele venir de que se enciende una chispa en mi cabeza, la mayoría de veces por una discusión rolera en Twitter o Telegram, una actitud que observo, etc. En este caso, fue una conversación con mis queridos Roleros no Representativos, con los que siempre se tienen debates sanos y supercuidados, cuando me di cuenta que no habíamos hablado de uno de los temas que suelen ser recurrentes: si algo es rol y qué hay en las fronteras de la definición. ¿Es eso rol o un librojuego? ¿es eso un rol en vivo o una performance? Preguntas que han salido mil veces y sobre las que me encanta reflexionar, así que veámoslas en profundidad.

Definiendo el rol

Pues para entrar a ver sus fronteras, es necesario saber cómo definimos rol. Una definición en la que no hemos acabado de ponernos de acuerdo unos y otros, y que es base de muchas de las discusiones académicas o pseudo-académicas que tenemos en el campo. Como yo siempre parto de mi experiencia para hacer estos artículos, voy a autocitarme, en este caso usando la definición que va a salir en ¿Hablamos de Rol?, el libro que me publica Shadowlands con muchos de los artículos que habéis podido ver en este blog:

Jugar a rol: Acción de interpretar a uno o varios personajes que interactúan con un mundo imaginario que se desarrolla a su alrededor. Esta acción se puede hacer en varios formatos diferentes y con múltiples casuísticas. (Machancoses López, Mirella (2024), Hablamos de Rol, Shadowlands Ediciones, p.16)

Como veis, es una definición bastante amplia, que permite englobar muchos tipos diferentes de juegos, muchos de los cuáles hemos ido analizando anteriormente en este blog: asíncrono, en mesa, online, en vivo, epistolar, etc. Para mí, lo esencial es siempre contar con un personaje con el que se interactúa con el mundo ficticio creado a su alrededor, lo que obviamente deja fuera algunos tipos de juego que se engloban aquí habitualmente como los storytellings, de los que hablaremos posteriormente. Sin embargo, la frontera es difusa, y la escala de grises entre géneros casi infinita.

El rol en solitario

El rol en solitario es uno de estos géneros que siempre suscitan la maldita/bendita pregunta que hoy nos trae aquí: ¿es esto rol? He visto debates apasionantes al respecto, y hace meses que tengo pendiente escribir un artículo en profundidad sobre este medio, pero hoy no será el día. Aún así voy a intentar explicar qué son y porqué están en esta frontera.

Rol en solitario: El rol en solitario es un sub-género de los juegos de rol, especialmente de mesa, en el que un solo jugador explora el mundo imaginario correspondiente. El jugador puede llevar uno o varios personajes para hacerlo, y se suelen usar tablas que guían los retos u oráculos de un tipo u otro para sustituir la figura del máster.

En los últimos años, los juegos en solitario han ido adquiriendo fuerza en nuestro país, y algunas editoriales como El Refugio han apostado por ellos fuertemente. También se han desarrollado oráculos para jugar (un modo de tomar las decisiones de máster sin necesitar esa figura). Podemos ver el auge del género en el certamen de Jugando Solo RPG, donde han reunido un montón de partidas en solitario interesantísimas, por si queréis explorar diferentes juegos.

Para mí, aunque me ha costado verlo, y a veces aún me suena raro quitar el componente social del rol, tal y como siempre lo hemos conocido, sí serían juegos de rol. Un subtipo específico, es cierto, y que no tiene porqué ser para todo el mundo, pero desde luego conserva lo que para mi son los rasgos fundamentales de este tipo de juego: los personajes y un mundo imaginario que explorar. En los últimos años he disfrutado de algunos juegos como Ronin, o el Vampiro de los Mil Años, que me han ayudado mucho a ver todo lo que ofrece el género. Es cierto que algunos de los juegos en solitario, más abstractos, pueden estar en la frontera entre el storytelling o el libro-juego, pero como pasa con tantos otros juegos, de uno u otro tipo.

Entre el rol y el juego de mesa

Otro de los debates sobre qué es rol o no, aplica en los juegos que tienen un componente muy fuerte de elementos físicos, que requieren de tablero, figuritas, posicionamientos y mil tiradas. Aunque parezca mentira, más de una vez se oye en serio (y cientos de veces de broma) eso de «D&D no es rol». Lo que convierte a Dungeons en el juego de Schodinger, es el juego de rol más famoso del mundo y no es un juego de rol a la vez.

En realidad, esa afirmación es un tanto absurda, y más siendo como es: los juegos de ro vienen de los juegos tácticos de miniaturas, por más que hayamos avanzado desde entonces. Para mí, irnos a la definición de rol es lo que lo distingue: ¿llevas un PJ para explorar el mundo? Es un juego de rol. Es cierto que lo exploras desde la interpretación y no de formas totalmente mecánicas. Pero así encontramos todos los juegos que exploran la frontera de géneros y que en realidad son una gran puerta de entrada a la afición. El «Comienza la Aventura» para niños es prácticamente un rol de mesa de D&D sin máster y simplificado, con tu personaje y teniendo que narrar escenas, o el Fiasco, que construye las historias en base a las tiradas pero en esa frontera entre géneros.

Foto de nuestro tablero explorando una mazmorra con combate en La Luz de Utu (D&D)

No obstante, está bien que reflexionemos alrededor de si disfrutamos o no con esos elementos de juego de mesa cuando jugamos a rol. Yo siempre decía que los odiaba, pero desde que jugamos nuestra partida mensual de D&D «La Luz de Utu» (en marcha desde 2019) he aprendido a disfrutarlos como un elemento diferenciado. Aunque yo sea muy de interpretar, disfruto también del mini-juego táctico que supone sacar las miniaturas, contar casillas y pensar qué hechizo va mejor según la situación del combate. Obviamente, si detestas este tipo de juegos, tienes otras opciones más narrativistas en su resolución de conflictos, mientras que si lo adoras, te puedes ir a juegos donde el componente táctico sea aún mayor. Conocerse y explorar lo que te gusta es esencial para disfrutar del rol en todo su esplendor.

Entre el rol y los cuenta-cuentos (storytelling)

Otro debate recurrente alrededor de la frontera de rol es el del storytelling: ¿son los juegos que se definen como tal rol? ¿Cómo podemos definir un storytelling? La frontera es tan difusa que siempre que hemos debatido este tema en serio ha sido muy difícil llegar a conclusiones. Yo tiendo a definirlos de la siguiente manera:

Storytelling: Juegos enfocados en narrar historias, normalmente colectivamente, donde el foco no está en los personajes (aunque pueda haberlos) sino en la propia historia. 

He traducido Storytelling como cuenta-cuentos porque, en realidad, creo que esa es la frontera en la que nos encontramos con este tipo de juegos. Es cierto que un cuenta-cuentos suele ser una sola persona que narra oralmente una historia (preestablecida o no) pero también lo es que el narrar historias colectivamente seguramente sea tan viejo como la humanidad y el lenguaje (bueno, igual exagero, pero me entendéis). Hay muchos juegos de mesa que se apoyan en esta premisa del cuenta-cuentos compartido, desde las antiguas actividades lúdicas victorianas a los actuales story dice o juegos como el Comix, etc.

En este sentido, en la frontera entre los juegos orales tradicionales, los juegos de mesa de narrar historias y el rol han ido surgiendo un tipo de juegos que intentan aunar cosas de todos estos géneros, lo que hemos conocido como storytelling. Para mi, un gran ejemplo es Cuentos de Ánimas, de El Refugio Editorial, donde llevas el personaje colectivamente, narrando cada uno una historia, en base a un oráculo de cartas. ¿Es rol? Dudoso desde mi definición. ¿Está claramente en la frontera y la expande? Sin duda.

Entre el vivo y la performance

El mismo debate que hemos visto en los juegos de rol de mesa, la tenemos recurrentemente en los juegos de rol en vivo. ¿¡Pero esto es un vivo?! Oímos exclamar con algunas de las propuestas más novedosas. Contando que el rol en vivo ha jugado conscientemente con sus fronteras desde hace años, tampoco es de extrañar.

Una de las fronteras que más se han ido rompiendo es aquella que la separa del arte contemporáneo, especialmente de las performances. El rol en vivo, especialmente de tendencia «nórdica» (otro término al que le debo un artículo), es muy autoconsciente, y dentro de ésto, es consciente del potencial artístico que tenemos como disciplina. Mucho más que el que he visto nunca como rol de mesa. El rol en vivo es arte, y permite explorar los mismos temas que otros métodos.

Esta exploración del rol en vivo como medio artístico ha llevado a romper las fronteras y llevarlo a las galerías de arte e incluso a museos, tanto como medio didáctico como arte en sí mismo. Ya os conté hace años por aquí cuando ayudé a facilitar un vivo en el Victoria&Albert Museum de Londres, pero hay artistas que han ido mucho más allá.

Un gran ejemplo de ello es el artista Adam James, que juega en sus exposiciones con el rol en vivo como motivo, llevándolo hasta las galerías y mezclando elementos típicos de la performance. Igual que puedes encontrar sus obras en galerías de arte como la Space Gallery o The Serpentine Gallery, también ha traído sus obras a festivales de rol en vivo como The Smoke (Londres) donde algunos de los miembros de Gorgona han podido probar sus vivos no-verbales, con intencionalidad artística y más allá de lo que consideraríamos un rol en vivo habitual. Por tanto, la frontera aquí ah sido rota con toda la intencionalidad, y amplía tanto lo que se considera arte contemporáneo como rol en vivo en sí mismo.

Fotografía del autor de «An Extesion of Us», una instalación de 2018 en la Space Gallery donde estos elementos funcionaban tanto como exposición en sí misma, como una exposición interactiva con los visitantes y como escenario para roles en vivo dirigidos por el artista.

Entre el vivo y el teatro

Otra de las fronteras clásicas del rol en vivo es con el teatro, más concretamente con el de improvisación. Una frontera que hemos usado muchos años en nuestro propio beneficio, por ejemplo, para intentar explicar a los lugares donde queríamos ir lo que hacíamos, pero que últimamente he visto usar para poner un límite a lo que es rol en vivo o no.

El ReV bebe muchísimo del teatro. De él hemos incorporado un montón de los talleres que usamos como talleres de entrada y salida, y u gran ejemplo de ello es la obra de Karen Twelves editada por Shadowlands de la que hablo aquí, Técnicas de Improvisación para juegos de rol, que busca justo facilitar el contacto entre disciplinas.

Pero además, en los últimos años se está incorporando mucho del teatro también en otros aspectos como la estructura, introduciendo actos y escenas, e incluso usando libretos a modo de guiones realizados por la autora del vivo. Estos vivos «por escenas», tan guiados, que han surgido en España especialmente de la mano de autores como Daniel P. Espinosa y Ana López ‘Yavannna’ (miembros de A Little Darkness Larp), rompen mucho esta frontera. Viniendo del rol en vivo, los autores los definen de este modo, pero más de una vez se han enfrentado a la maldita pregunta: ¿pero eso es rol o teatro?; ya que las escenas y la historia están prefijadas. Todo un mundo por explorar.

Fotografía del segundo pase de The Smoke and the Dead (Daniel P. Espinosa) en el EntreReVs 2018, un vivo noir por escenas.

Entre rol y rol en vivo

Otra de las fronteras clásicas: ¿es esto un rol de mesa o un rol en vivo? ¿Se puede jugar online y seguir siendo rol en vivo? Y es que las fronteras internas son derribadas todo el rato. Desde el grupo que se levanta de la mesa para interpretar una escena 1:1 (como yo empecé a jugar a vivos) hasta el minijuego en un rol en vivo de combate en el que se hace estrategia sobre tablero. Las fronteras son difusas y ganamos incorporando cosas de las disciplinas cercanas. Gran parte de este blog va de hablar de ello y de aprender mutuamente, así que no profundizaré más, pero tenedlo en cuenta.

La transmedialidad

Fotografía de la tesis de Alba, realizada por ella misma.

Por último, y aunque pueden haber muchas más fronteras que romper que no haya caído en ellas ahora mismo (me he sentado a escribir tras inspirarme y lo he hecho de golpe), no quería cerrar sin hablar de la transmedialidad. No sólo es que las fronteras se rompan, es que se pasa de un medio a otro constantemente: literatura, series, podcast, ect. todos son recursos en los que no solo se inspira el rol sino que son usados en partida.

Para los que tengáis curiosidad por todo este proceso, especialmente desde lo literario, hay una tesis superreciente (¡felicidades Alba, eres una crack!) de Alba Torrebejano en la Universidad de Granada hablando de ello. Leedla y ya me contaréis las cosas tan chulas que se hacen explorando los diferentes medios.

Conclusión: entre géneros está el juego

Como habéis podido ver, las posibilidades son casi infinitas, y las fronteras, con los juegos actuales, más difusas que nunca. Pero esto no es malo, ¡al revés! Intentar definir forma parte de lo académico, que en rol está cada vez más extendido, y buscar las fronteras, romper las líneas y barreras establecidas, es signo de una comunidad creativa viva y artística, que quiere ir más allá. Es una lucha que no tiene final, ni debería tenerlo, pero que nos enriquece a todos. ¡Seguid explorando las fronteras del rol y resignificándolo!


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