por Mirella Machancoses.

A raíz de una pregunta de Esther Sanz el otro día por twitter sobre cómo llamábamos a los personajes en un rol en vivo que son permanentes pero reciben instrucciones de un master sobre alguna acción en concreto, me di cuenta de que no había escrito ninguna entrada intentando definir los términos más comunes para definir a los diferentes tipos de personaje que hay en nuestra mesa o rol en vivo. Por que no todo en esta vida son pjs y pnjs, ¿qué pasa con todo lo que hay en medio? ¿Podemos aprovechar esta terminología que los vivos tienen más desarrollada para aportar algo a nuestra mesa?

Personaje jugador (PJ)

Darío como pj de Asile des Saints Anges Gardiens (2015), mientras al, fondo, Ana es transportada en volandas por otro grupo de pjs y pnjs. Fotografía: Mirella Machancoses

Los personajes jugadores (PJs) son los protagonistas de nuestras historias. En el caso del rol en mesa tradicional, suele estar más claro: son aquellos pertenecientes a los jugadores, en contraposición a los que lleva el máster, que son variables, y que suelen recibir el nombre de PNJ. En los vivos, sin embargo, esta definición es más difícil. Si todos los no-organizadores son jugadores, ¿son todos ellos los protagonistas de la historia? para mí, la respuesta es sí, cada uno de la suya, o deberían serlo, pero ese tema lo podemos dejar para otro post. Los juegos narrativos, por su parte, los papeles, al igual que en los vivos, pueden estar muchísimo más difuminados: desde los juegos sin máster/narrador, en los que los jugadores encarnan los pnjs en otras escenas, como en Flotsam, hasta juegos con narrador en los que éste también lleva un personaje principal, como puede suceder en Good Society. Las posibilidades, hoy en día, son infinitas.

Personalmente, considero un personaje jugador o protagonista cuando son agentes con capacidad propia para influir en la historia, y que tienen un peso esencial en la partida diseñada. En el caso de los roles en vivo, esas historias pueden ser muy fractales y personales, y unos y otros contarían un tipo de novela totalmente diferente, y eso solo hace que crear una mayor riqueza en lo planteado. En la mesa, por otro lado, suele estar muchísimo más acotado a esos personajes principales que manejan cada uno de los jugadores.

Personaje no jugador (PNJ)

Yo como pnj en «Maat Durbar, un trono para el equilibrio» (Pili, 2013), interpretando a una bailarina que solo actuaba durante un rato.

Los personajes no jugadores (PNJs) son, tradicionalmente, los personajes secundarios de la historia, llevados por el propio narrador o por el equipo de organización en el caso de los roles en vivo. En ellos se suelen englobar desde los familiares de los pjs hasta el tabernero que les sirve puntualmente una cerveza, al antagonista principal de nuestra historia. Por tanto, nos encontramos muchos tipos de pnjs, con mayor o menor relevancia para el desarrollo de la historia, y que pueden ser más o menos recurrentes en la historia que se narra.

Hoy en día, esta tarea ya no recae solamente en el narrador en el rol en mesa, si no que hay juegos que dividen este juego entre el resto de la mesa, como ocurre en Good Society, donde tienes tu personaje protagonista, y unos cuantos secundarios que se relacionan, principalmente, con el resto. Así, en escenas donde no está tu personaje principal, podrás encarnar a uno de ellos. Esto aumenta notablemente las posibilidades de la narración compartida.

En rol en vivo los pnjs se caracterizan por tener una menor duración temporal en escena que los pjs. Mientras que el pj normalmente permanece en escena toda la duración del evento (salvo en vivos más experimentales como los que se realizan por escenas), los pnjs suelen entrar y salir en diferentes momentos del vivo para realzar algunas escenas, disparar eventos o, simplemente, ayudar a la inmersión. Debido a lo polifacético que resulta esto, han ido surgiendo otros términos que se han ido incorporando para matizarlo. Entre ellos el de pnj permanente, aquel que es interpretado como principal por uno de los miembros del equipo, y que suele servir de contacto para un grupo de jugadores y para activar sus tramas.

El matrimonio que formaron Irina y Nefta en Hasta que la Mafia nos Separe (2017) solo tenían dos máximas: tenían que acabar vivos el evento, y la boda tenía que tener lugar.

Personaje dirigido

Dentro del mundo del rol en vivo se ha acuñado la expresión de «personaje dirigido» para definir a aquellos personajes que, aunque son permanentes durante la duración del mismo, reciben unas instrucciones precisas de la organización para actuar de determinada forma ante un suceso específico. Por tanto, ven su agencia reducida, a cambio, normalmente, de tener cierto peso en la narrativa general que está construyendo el evento. Normalmente este tipo de papeles son confiados a alguien cercano a organización que haya aceptado esta pérdida de agencia.

Trasladar este concepto al rol de mesa quizá es más difícil, o al menos yo lo he visto mucho menos usado. Podría darse el caso si se pacta con un jugador que va a tener algún tipo de profecía o destino, normalmente al margen de sus compañeros. Creo, personalmente, que es un recurso poco explorado en este medio y que podría ser útil examinarlo para determinado tipo de partidas.

Personaje inmersor

Fede (de rodillas), ofrece su vida a la vestal a la que sirve por haberla fallado, ante un grupo numeroso de pjs. Como personaje inmersor, multiplica la experiencia de todos al darle una gran escena a le niñe que la interpreta. Eureka: El Fuego de la Vestal (2012), Fotografía: Fernando Centeno.

El último de los términos que quiero explorar hoy es el de «personaje inmersor». Otro término surgido de los roles en vivo, acuñado para definir aquellos personajes, jugadores o no, que tienen una misión esencial: hacer que los compañeros de su alrededor se metan más rápidamente en el papel, marcando el tono del evento. Muchas veces este tipo de personajes son interpretados de manera permanente por miembros de la organización (un gran ejemplo de ello es lo que hacen en La Sirena Varada de Somnia), o pueden ser jugadores en los que confíes para que hagan eso por ti.

Lo esencial en un personaje inmersor es que conozca no sólo el mundo en el que va jugar sino, primordialmente, el tono de la historia que se quiere narrar. con sus intervenciones, remarcará ese tono, dando pie a que el resto de los jugadores entre más fácilmente en el tipo de partida que se narra. Tener un buen inmersor cerca de jugadores novatos puede ayudar y potencial enormemente su experiencia.

Podíamos decir que, en el rol de mesa más narrativo, se busca que los inmersores seamos todos, que aportemos a esa historia y atmósfera. Sin embargo, se nota fundamentalmente cuando hay un personaje que conoce bien el lore y el tono, que ha jugado antes y coge de su mano al resto, aplicando el play to lift para ayudar a la experiencia.