por Mirella Machancoses

Voy hasta arriba de trabajo estas semanas, organizando varios temas, así que voy a aprovechar para rescatar un tema que tenía pendiente y que ha sido citado tangencialmente en otros artículos de seguridad: la sala segura. Voy a intentar ahondar un poco en qué es y no es y cómo podéis crear una que cumpla las necesidades de todas vuestras jugadoras. Espero que os sea muy útil.

Me acabo de dar cuenta escribiendo este artículo que no tengo ni una foto de ningún espacio seguro que haya hecho en mis vivos o en los vivos que haya asistido. Pero prometo que lo hacemos y que mejoraré la documentación en el futuro xD Por lo demás, un espacio como el mostrado puede ayudar mucho.

¿Qué es una sala segura?

Conocemos como «sala segura» o «sala de seguridad» un espacio tranquilo, donde una jugadora puede acudir en caso de verse sobrepasada por alguna situación relacionada con el evento al que está acudiendo. Este término proviene del rol en vivo, donde se ha estado aplicando durante los últimos años, pero podría ser perfectamente extrapolable a las jornadas, donde se pueden dar situaciones similares.

La sala segura tiene que ser un lugar tranquilo, preferiblemente supervisado por organización, donde además tengamos comida, bebida, botiquín y sitio donde descansar. Esto es todavía más importante en los roles en vivo de alta intensidad o que juegan con condiciones físicas como el hambre o la falta de sueño. Allí puede acudir una jugadora cuando esté sobrepasada por la situación, haya sufrido algún problema en juego o, simplemente, tenga una sobrecarga sensorial y necesite descansar.

Por qué necesitamos una sala segura

Las salas seguras son una de esas medidas de seguridad reactivas que mejor funcionan en los vivos, más allá de las palabras de seguridad. Especialmente cuando se juega con la comida o el sueño, tener un lugar donde descansar y desconectar de un evento altamente emocional puede ser la diferencia entre pasar un rato excelente o que se convierta en una verdadera pesadilla.

Además, las salas seguras hacen tu vivo muchísimo más accesible a las personas con diversidad funcional, especialmente neurodivergentes y con enfermedades crónicas/discapacidades, ya que permite retirarse del juego sin ser juzgado, descansar en un lugar tranquilo, comer si lo necesitan y salir del ruido y la gente que pueden sobrecargar al estar fuera.

Aunque no lo parezca, esto también es importante en jornadas, especialmente aquellas que no cuentan con un alojamiento individual/de pequeñas habitaciones donde alguien pueda retirarse a reposar un rato si es necesario.

Cómo crear una sala segura

Para crear una sala segura, necesitas:

  • Un espacio tranquilo, un poco separado del follón de la zona de juego, pero suficientemente accesible. ¡Nadie quiere andar 20min para llegar a una sala segura cuando se encuentra mal!
  • Algo de comida: preferiblemente alta en calorías, y tanto dulce como salado. Unas galletas, chocolate (¡fundamental!), frutos secos, etc. Cosas que la gente pueda picar cuando tenga necesidad de ellas.
  • Bebidas. Lo primero y fundamental, que haya un punto de acceso al agua, ya sea un grifo o botellas. Luego recomiendo que haya té o café si es necesario (cualquier cosa con cafeína que ayude a que suba la tensión en caso de bajón). También podéis poner algún refresco. Y, por supuesto, zumos, imprescindibles si hay alguna persona diabética presente.
  • Un lugar cómodo donde reposar: sillas, sillones, una cama, etc. La cama es muy recomendable si está en vuestras manos, aunque sea un mísero colchón en el suelo, donde alguien pueda tumbarse si se encuentra mal. Recordad siempre tener lugares de asiento accesible para las diferentes capacidades de vuestras participantes (hay personas con discapacidad que no pueden sentarse en diferentes tipos de sillas).
  • Un botiquín. El mejor lugar para tener el botiquín es en el espacio seguro, ya que es donde las personas acudirán si hay un accidente y no encuentran a nadie de organización por el camino. Comprueba que el botiquín está en buen estado, que cumple la normativa estatal (no se pueden dispensar medicamentos), y puede incluir sal/azúcar para los bajones correspondientes.
  • Señalar correctamente la entrada.
  • Alguien de organización encargado de ir revisando si se está usando (o que permanezca allí).

La sala segura no debe tener:

  • Música o ruidos repetitivos. No sirve de nada hacer un espacio seguro si está bajo los motores que dan luz al espacio. O al menos si va a ser usada para sobrecargas sensoriales.
  • Luces fuertes
  • Compartir espacio con la sala de organización, ya que el estrés puede ser muy grande allí, aunque puede situarse en espacios adyacentes para poder comprobar su uso más a menudo.

Además, deja claro a tus jugadoras que:

  • La sala segura está a su disposición 24h y dónde
  • La sala segura no es un lugar de esparcimiento, si no un recurso de seguridad, y que deben hacer buen uso de ella.
  • Si va a haber o no una persona de organización allí de manera permanente y si el espacio actúa también como punto violeta.

Conclusión

Con todo esto espero haberos ayudado a acercaros a qué queremos decir cuando hablamos de sala segura y cómo podéis implementarla en vuestros eventos para que sean más seguros y accesibles para todas las asistentes. Si tenéis cualquier duda, ya sabéis donde encontrarme.

Y si os habéis quedado con ganas de ahondar en más temas de seguridad podéis leer los siguientes artículos:


Y, como siempre, si me invitáis a un café estaré eternamente agradecida 😉