por Mirella Machancoses

Acabo de volver de La Sirena Varada (Somnia Organización) y, como siempre, es el momento de hacer una reseña del evento. Pero esta vez, por muchas cosas, es una reseña diferente. Lo principal, claro está, es que ya escribí una (en inglés) sobre uno de los pases anteriores que se hicieron en este idioma, y ahora he tenido la oportunidad de disfrutar de la experiencia desde un punto de vista totalmente diferente: otro personaje, otro momento de mi vida, otra gente y, sobre todo, otro idioma vehicular. Y es que Somnia decía que tenía una deuda con Casona, y la ha pagado con creces.

Datos técnicos del evento

Como siempre, lo primero es poner en perspectiva el evento, para que veáis qué tipo de evento es y tengáis toda la información a mano.

NombreLa Sirena Varada
AutoresSomnia Organización (José Castillo y Juan Ignacio Ros)
DuraciónJueves-Domingo
Número de jugadores28 jugadores
Organización2 narradores, 4 colaboradores
FormatoPresencial
TemáticaActualidad, locura, comunidad.
Fechas16-19 de junio 2022
LugarCuevas Al Jatib, Baza (Granada)

Inspiración

La Sirena Varada es un rol en vivo inspirado en la obra de Alejandro Casona del mismo nombre. Una inspiración que no trata de ser una traslación literal de la obra y sus actos, sino un juego contemporáneo en el que se toman los arquetipos para trasladar las problemáticas que refiere la obra a la actualidad. Obviamente, la canción de Héroes del Silencio, inspirada también por la obra, juega una parte fundamental en esta perspectiva.

A la hora de llevar estos conceptos a la práctica, se crean una serie de arquetipos de personaje basados en los diferentes papeles de la obra (anclas, ahogados, navegantes, cegados, encadenados y sirenas), que sirven ara equilibrar las dinámicas internas de juego durante el desarrollo del vivo. No voy a entrar en detalles, pero en el documento del evento (descargable aquí), podéis entrar en profundidad en ellos.

Todos estos arquetipos, personas que luchan por buscar otro tipo de vida, por abrazar o repudiar su locura, sus traumas y las dinámicas de una vida anterior que les marcó, han encontrado un lugar en lo que se conoce como La República de los Libres. Un lugar al margen de las leyes impuestas por el capitalismo y el estilo de vida occidental, y que solo se rigen por las 11 normas que ellos mismos se han impuesto:

Los habitantes de la República de los Libres, unidos, haciendo su saludo al sol. Fotografía de Carmen Guevara.
  1. La república de los libres: La República de los Libres descarta el «sentido común». No nos sometemos a la regulación del exterior y otros no pueden seguir nuestras leyes.
  2. No sabemos ni nuestros nombres: Los nombres aburridos no tienen poder sobre nosotros y no los admitimos. Un nuevo miembro no existe para la comunidad hasta que un nombre de delirio no se ha escogido.
  3. La imaginación crea: Aquello que imaginamos toma existencia. Objetos animados e inanimados aparecen porque queremos que así sea, así que no niegues su presencia si otros los desean.
  4. Comemos en familia: Los Libres comen juntos, nunca solos. Somos hermanos y hermanas en la libertad y como tales, disfrutamos juntos comida y bebida.
  5. No ignoramos nuestros excesos: Los Libres muestran todas las habilidades y talentos que poseen, sea recitando poesía sobre una mesa, bailando, ilustrando o tocando un instrumento, pues todo ello es la chispa que hace prender el fuego de la vida.
  6. ¡Escucha y participa!: Los libres no se ignoran entre sí. ¡La acción requiere reacciones! El arte requiere público entusiasta y no un rebaño gris.
  7. El mar es majestuoso: No somos sino destellos de fantasías superpuestas para crear un majestuoso sueño de locura. Nos sometemos a los deseos del todo. Saludamos y respetamos la imaginación colectiva.
  8. Ordalía: Los conflictos entre los Libres se resuelven por ordalía. Aquellos que son nobles de espíritu luchan con su creatividad y quienes los observan deciden el resultado.
  9. La tecnología mata tu interior: Teléfonos, ordenadores y otros artefactos del alma de máquina de la modernidad se oponen a la carne y sueño manifiestos de los Libres.
  10. Ya conoces la décima ley y no la discutimos: Los Libres usan la décima ley para poner peso en sus discusiones o simplemente para divertirse citándola. Puede ser usada para cualquier propósito, puesto que no tiene contenido, pero no se te ocurra admitirlo (tampoco abuses de ella, pues perdería la gracia).
  11. Nunca nos marchamos un sólo momento: La despedida es dulce y amarga, una hermosa palabra que duele. Celebremos el tiempo juntos, pues nunca sabemos si nos volveremos a ver.

Espero que este resumen de las normas de los Libres (he quitado el párrafo largo de cómo aplicarlo al vivo), os sirva para entender el tipo de comunidad ante la que nos enfrentamos. Una comunidad artística, que se deja llevar por los impulsos, que no tolera la mediocridad y la gentegrís. Una comunidad que vive al límite su arte y sus pasiones. Y si no quieres explorar esto, este vivo no es para ti.

Metatécnicas y desarrollo

En la primera reseña que hice del vivo (en inglés), hice mucho hincapié tanto en el desarrollo de los talleres como en las metatécnicas que se utilizan en el mismo, que marcan gran parte de su identidad. La mayoría de las mismas han permanecido inalteradas, pero otras han venido a sustituir y mejorar el proceso.

Talleres

Presentando a Fulgor durante los talleres de entrada al vivo. Fotografía: Carmen Guevara

Sobre los talleres, se mantuvieron algunos (por ejemplo, el tándem) y otros desaparecieron (por ejemplo, la creación de la personalidad por los triángulos de la personalidad o los flashbacks). Aunque no vaya a entrar en detalle en todos ellos, he de decir que creo que los cambios han favorecido la construcción de una manera más fluida, quitando algunas de las cosas que fueron un escollo para el anterior pase (al menos para mí).

Una de mis críticas a los talleres, fue lo rápido que tuvimos que hacer el taller del «tiemplo fluido», uno de los pilares del evento. Y es que en un fin de semana, se juega un año entero de la comunidad, así que cuando abandonas una conversación y vuelves, han pasado días o semanas. Las cosas pasan rápido y son intensas. Esta edición, al contrario que la primera que jugué, hubo tiempo de sobra para paladear el taller y practicar las sensaciones. El tiemplo fluido sigue siendo complejo de entender y da lugar a algunas situaciones extrañas, pero definitivamente ha funcionado mucho mejor que en la anterior edición que jugué.

Metatécnicas

Sin duda, las dos metatécnicas que menos me gustaron en la segunda edición del vivo fue el uso del Ars Marte, que me pareció totalmente fuera de lugar en el vivo. Esto ha sido sustituido por las ordalías, que han aportado muchísimo a esta edición, o por la violencia simulada para el último día, que se usó poco pero proveyó de grandes momentos.

Para los momentos sexuales se siguió usando una regulación por código de colores de la intensidad que, de nuevo, casi nadie usó. pero haberlo practicado y aprendido a ir subiendo poco a poco la intensidad, permitió que las interacciones de corte romántico/sexual tuviesen mucho peso y dieran lugar a escenas muy bonitas e intensas. Si bien es cierto que no tuve ninguna escena tan potente como en el pase anterior, si que hubo un contenido erótico muy fuerte en este pase que pude disfrutar de una forma muy segura.

También se mantuvieron tres de las otras cuatro metatécnicas originales: Las cuevas de las Sombras, las Otras Cuevas y el tiempo fluido. Lamentablemente, «Las divinas aguas» tuvieron que suspenderse por problemas técnicos del hammam donde se realizaban, aunando el mecanismo con la cueva de las Sombras, de las cuáles también se volvía cambiado.

Lamentablemente, no usé ninguna de las cuevas esta edición (vergüenza sobre mi vaca), pese a mi clara intención de resolver en ella algunos de mis asuntos. Así que no les dedicaré más palabras y, si tenéis curiosidad, consultad el documento de diseño y la citada reseña del anterior pase.

Ritual en una de las cuevas donde se hacían las metatécnicas. Fotografía: Carmen Guevara

Pagando la deuda con Casona

Para mí, lo más importante de este pase: el pago de la deuda histórica con Casona y la lengua en la que escribió su obra, el castellano. Como bien se había comentado en algunos EntreReVs, la realización de vivos de tradición española/mediterránea solo en inglés era un problema no solo para la accesibilidad, sino también a la hora de la jugabilidad y del impacto que éstos podían tener en la comunidad de desarrollo española que no participa en la comunidad internacional (por decisión o posibilidad).

Taller de escritura creativa en personaje, de donde salieron poemas maravillosos <3. Fotografía: Carmen Guevara

Y, si ya era un tema que me preocupaba antes, tras jugar este evento todavía lo tengo más claro: cuando juegas en un idioma que no es el tuyo propio, por bien que lo hables, no juegas igual, no creas igual, no sientes igual. Y esto es todavía más importante en vivos como éste, donde la creación artística es un punto clave de la experiencia. Cuando jugué La Sirena Varada en inglés, tuve que enfocarme en la creación más física (como el baile), ya que la palabra era muy difícil de hilar, y tan solo los nativos se atrevían, por ejemplo, con la poesía. ¡Y menuda pena!

Hablando con José Castillo, uno de los organizadores, al acabar, comentaba que este había sido el pase con más poesía de todos. Que le había alucinado sacar su poemario y que cinco o seis personas sacaran los suyos y comenzase un recital, o una jam improvisada de creación. La verdad es que fue impresionante. ¡Menuda gozada inmensa! ¡Cuánto arte!

Os digo que artísticamente este ha sido el evento más potente en el que he estado nunca. ¡Una verdadera maravilla!

Pero la lengua se ha reflejado en más aspectos que la pura creación artística. Se ha reflejado en la manera de creer

Arte, arte y más arte

La música fue un pilar fundamental de la experiencia. Aquí, en un concierto improvisado. Fotografía: Carmen Guevara

El arte ya fue una pasada en el otro pase al que acudí, pero es que éste le ha dado mil vueltas. No puedo negarlo. Y creo que la lengua vehicular, como he dicho más arriba, tiene bastante que ver con ello. Y hemos creado tanto que, ahora mismo, hay una carpeta compartida en drive para conservarlo todo. ¡Ha sido mágico!

La música ha sido, de nuevo, un pilar fundamental en la experiencia. Desde las bien elegidas (¡pero lisérgicas!) listas de reproducción para las fiestas nocturnas hasta los mil instrumentos que salían en cualquier momento para acompañar una mañana en la piscina, o unos cánticos de madrugada. No hacía falta que supieses tocar o cantar genial, solo importaba el sentimiento de comunidad alrededor de la música.

Lo mismo ocurrió con el baile. Adoro bailar, me transporta a otros lugares, me hace navegar los sentimientos. Adoro bailar y bailé. Tanto que creía que mis piernas no me sostenían más. Y no me arrepiento ni un momento, porque conmigo bailó el resto de la comunidad, supiese o no. La música nos recorría, nos acompañaba, nos hacía cambiar e intimar. Nos insuflaba vida.

Los bailes bajo la parra me hicieron recordar lo bonito que puede ser dejarse llevar por la música hasta olvidar nada más. Fotografía: Carmen Guevara.

Bailamos tanto y tanto que un jugador llamó a una de sus agujetas con el nombre de mi personaje. Probablemente una de las cosas más bonitas que han hecho por mi en un vivo. A cambio, me tuvo llorando todo el último día, pero esa es otra historia… Gracias también a todos los músicos que me permitieron acompañarles con mi danza, con los elementos. Bailar con los abanicos mientras Mercurio tocaba la guitarra y Nube cantaba, fue una maravilla.

Y los cuentos… ¡qué decir de los cuentos! Luna fue la encargada de guiarnos por esa historia interminable a dos tintas, que se reescribía a sí misma, como sólo hacen las buenas historias. Cada vez que su pluma ponía por escrito algo de lo sucedido en la República de los Libres, esto cobraba una dimensión más profunda, compleja y poética. Así que fue maravilloso verla a ellos y a otros que se animaron a escribir sus historias, narrando y narrando sin parar. Porque en la narración se halla la verdadera magia, y eso los roleros lo sabemos mejor que nadie.

Los cuentos y las historias surgían por cualquier rincón. Fotografía: Carmen Guevara.

Ya os he hablado de la poesía, pero no os empezáis a hacer una idea de lo que significó. Me levanté de una de las siestas y me encontré un grupo de poesía funcionando, la que me invitaron sin dudar. Me uní a ellos y fue una de las mejores experiencias de la partida. No solo recitando sino, lo más importante, creando juntos gracias a un ejercicio de escritura espontánea (escribir cada uno una línea del poema leyendo solo la anterior). O cuando estando en la piscina se hizo un poema al revés, o un poema visual que iba pasando por todos los libres en un cuaderno. ¡Tantas formas de expresión! Y todos participando, dando igual el nivel poético de cada uno. Fue bello.

Soy consciente, además, de que no vi todo el arte creado. ¡Era imposible! Mientras nosotros estábamos componiendo poesía, había un grupo en la sala de al lado haciendo collage, y un poco más allá pintaban con acuarelas. Cada momento, cada expresión, intentaba ser arte. Y, posiblemente para muchos, sea lo más cercano que estemos a ser un artista jamás, da igual nuestro nivel en cada disciplina. Porque lo importante era expresarse, no la técnica.

Y esto, sin duda, es la mayor fortaleza que tiene La Sirena Varada.

Temas adultos

Quizá así visto, hablando solo del arte, o la fiesta, nos puede parecer que es un vivo superficial. Nada más lejos de la verdad. Los personajes pre-escritos dan bastante libertad, eso sí, pero cada uno de ellos trata temas adultos y muy difíciles, tanto de salud mental como de experiencias traumáticas (secuestros, pérdida de seres querido, asesinatos de niños, etc.). Así que sí, es un vivo lleno de referencias difíciles que pueden no ser para ti.

De hecho, nada más llegar a esta edición, una jugadora vino a hablar conmigo porque sabía que su personaje tocaba un tema que no me suele gustar jugar: la pérdida de un niño. Decidimos que yo me alejaría de esa trama y que solo entraría en contacto con el personaje y su pérdida si me encontraba lo suficientemente fuerte para hacerlo. Esto me dio seguridad para ir experimentando poco a poco y, al final, tuvimos una escena dura (mi personaje había abandonado a su hijo) pero que me encantó explorar con seguridad.

La contraposición de temas tan duros con el hedonismo puro de la Comunidad es lo que le aporta a La Sirena Varada la profundidad para convertirla en una experiencia total. Al principio del juego, cada uno en su locura (algunas bastante marcadas), el arte y la paz en la Comunidad lo es todo. Sin embargo, al empezar el sábado (recordemos que es un evento largo, empieza el juego el jueves noche), se empiezan a resquebrajar los vínculos que has ido creando poco a poco, y la comunidad comienza a disolverse en medio de un drama intenso en el que sale a la luz el lado más oscuro de la locura y el precio a pagar por vivir una fantasía.

Un brindis por La Sirena Varada, por Casona y por todas las increíbles jugadoras que me acompañaron en esta aventura. Fotografía: Carmen Guevara

Experiencia personal

Mi primera vez en La Sirena Varada me pilló en un momento complicado de mi vida, con un personaje (Comrade) con el que tenía demasiadas cosas en común (como traumas con una tesis doctoral) que me hicieron llegar al vivo con bastante tensión y, aún así, conseguí tener una experiencia bonita e intensa, de la que aprendí un montón.

Sin embargo, esta segunda vez en La Sirena ha sido una experiencia totalmente diferente. Pese a que Fulgor (Shine en los pases internacionales) tenía en su pasado temas de abandono familiar que me avisó organización antes de aceptar el personaje, me fue muy fácil empatizar con el personaje, y crear mi fantasía a su alrededor. Una máscara mucho más cómoda para explorar un concepto de vivo que siempre me ha fascinado.

Pero es que cuando comenzó, todo fluyó con una facilidad pasmosa. No es un vivo intenso de principio a fin, si no que tiene sus valles, sus momentos de relajar, sentir, gozar. Y eso hace que, para cuando llegue el sábado, las emociones se disparen. Y vaya si se me dispararon (Lira, te miro a ti). Lloré y lloré en personaje, sentí, reí, amé y creé. Y en pocos vivos puedo decir eso.

¿Volvería a jugar La Sirena? ¡Sin duda! Y, habiendo jugado dos veces un vivo, ese es el mejor cumplido que puedo decir.