por Mirella Machancoses

Lo llames máster, organizadora, narradora, facilitadora, árbitro, directora de juego, o cualquier nombre que se te ocurra, todas sabemos a quién nos referimos con esa figura: esa persona encargada de organizar tus partidas, leerse los libros, escribir centenares de páginas para tu ReV favorito, proveer de centenares de horas de diversión en tu mesa. Sea como sea, la labor de la organizadora es dura y, muchas veces, solitaria, y es responsabilidad de todas cuidarlas un poco. Vaya aquí mi pequeño homenaje, y también, para qué negarlo, un poco de grito de auxilio, la semana de antes del evento más gordo que organizo este año. ¡Cuidad a vuestras organizadoras, gente!

1. Pregunta siempre con educación

Cuando te dirijas a las personas de organización o al máster, pregunta siempre con educación, aunque no estés de acuerdo con una de sus decisiones. Sé lo difícil que es cuando no se está de acuerdo con lo narrado tras una tirada, o frente a una decisión de logística o reparto de personajes en un rol en vivo. Si quieres obtener mejores resultados, que todas nos sintamos más tranquilas y que este hobby, en todas sus vertientes, sea más sano, un buen principio es seguir esta norma.

Intenta también evitar la pasivo-agresividad, típica en algunos de estos casos. Si es una mesa, y hay problemas entre jugadores y DJ, os vais a resentir todos. Y, en un vivo, probablemente pueda hacer saltar de ansiedad a la organización especialmente en los momentos inmediatamente anteriores o posteriores al evento, cuando faltan horas al día para intentar que todo salga adelante. Un por favor, un gracias, y unas palabras medidas, pueden ser la diferencia entre un ataque de ansiedad o una sonrisa. Probadlo.

2. Piensa en positivo

Una máxima que tenemos en el código de conducta del EntreReVs y que pienso que debería extenderse a todas las jornadas, eventos, mesas y también a las discusiones de Twitter o Facebook: piensa que el que está delante tiene las mejores intenciones con lo que ha dicho. Quizá las palabras no estén bien elegidas, o quizá pueden tener más de un sentido, pero antes de enfadarte, párate y piensa, ¿puede haber querido decir algo mejor de lo que he entendido de primeras?

Una vez te hayas parado a reflexionar, vuelve al punto número uno y actúa en consecuencia.

3. Y yo, ¿qué podría hacer?

Pregúntate siempre qué podría hacer por ayudar. No tienen porqué ser grandes gestos como ayudar a crear props para un vivo, o preparar la lista de reproducción de la partida (¡que también se agradece!) sino simplemente saber cómo puedes decir las cosas, prepararte y hacer las cosas para no cargar más trabajo del que toca a tu organizadora.

Pequeñas cosas que puedes hacer…

  • Ayuda a organizar la siguiente sesión
  • Aparece puntual a las partidas
  • Comunica tus necesidades
  • Usa los mecanismos de seguridad
  • Conoce tu ficha de personaje

Y esto nos lleva al siguiente punto:

4. Lee la documentación

Pero léela bien, pero bien. De verdad. Sin prisas, con comprensión. ¿De verdad? ¿Ahá?

Vale. Fuera de bromas. Creo que este es el punto del que más nos quejamos todos los organizadores de rol en vivo que conozco. Una y otra vez y por más que pasen los años. Y pasa también en mesa, no os creáis.

Si vuestro organizador os pasa documentación, leedla: desde la guía de diseño de un vivo a tu clase cuando juegas D&D. Normalmente la mayoría intentamos que sea lo más imprescindible, muchos de nosotros dividiendo la información y ayudando a que la gente la procese mejor. Pero… si no se lee o no se comprende. ¿Para qué sirve?

Realmente es muy agotador contestar varias veces a qué hora tienen que estar los jugadores en un vivo cuando está en la guía de diseño desde antes de que se apuntaran. Lo mismo con el año en que se juega, o el lugar del evento. Elaboramos las guías de diseño para que todo esto quede claro. Usadlas. Leedlas. Revisadlas cuando hagan falta. Antes de preguntar. Y si de verdad no lo encuentras, vuelve al punto 1.

5. Muestra entusiasmo

Hay muchas formas diferentes de mostrar entusiasmo, pero a todo el que trabaja horas para crear un vivo o una partida agradece ver estas muestras en sus jugadoras. Puedes preguntar tú por cuándo jugamos (¡que se noten esas ganas!), compartir los avances de tus trajes o lo que te ha gustado tu ficha para el siguiente vivo, hacer una lista de reproducción, o 500 picrews de tu personaje, o compartir una noticia que te recuerde a tu grupo de juego o a lo que pasó en tu última sesión.

Y es que, si te gusta algo y lo compartes, todo el mundo multiplica la diversión. Y a la organizadora se le calienta un poco el corazoncito, que siempre anima a seguir metiéndose en el ‘sarao’ que es organizar.

6. Sé proactiva

No esperes a que te lo den todo hecho. Busca la información, pregunta a los compañeros o la máster (siempre atenta al punto 1), o, como dice siempre Liza en Mesa de Arpías, «prepara tus hechizos». Y es que ver esa voluntad, esas ganas de hacer, esas pequeñas cosas que muestran que la gente está implicada y que reparte la carga de trabajo, es una gozada.

Desde aquí mis gracias a todas las jugadoras que me han llenado el Telegram estas últimas semanas compartiendo cada una de las fotos de su preparación de los personajes (¡punto 5!) o que han ido más allá preguntando qué podían traer o haciéndose con mil props que van a mejorar un montón la partida para ellas y para todas las demás jugadoras. Gracias, gracias y gracias.

7. Da apoyo moral

A veces, las organizadoras y masters estamos cansadas, otras incluso derrotadas, al borde del abismo. Y nada sé agradece más que el apoyo y la comprensión de tus jugadoras. Unas palabras amables, un «te comprendo, debes estar agotada», o un simple «gracias» pueden salvarte del abismo más absoluto.

Personalmente, agradezco mucho los abrazos postpartida, o los susurrados «¿cómo lo llevas?» a mitad del evento. Pueden parecer chorradas pero cuando el cansancio te embarga y vas a mil por hora, saber que a alguien le importas, es una maravilla. Da apoyo moral a tu organizador, especialmente en los roles en vivo largos, de verdad.

8. Di también lo bueno

No solo te quedes con las cosas malas o que no tengas claras de un evento, o no sólo des feedback negativo al acabar una sesión o partida (ya iremos a ello en el punto 9) si no que se agradece que te tomes tu tiempo para decir las cosas que te han gustado. ¿Se ha currado tu master un poster molón para la campaña que emitís por twitch? ¡Dale todos los emoticonos, comparte y di cuánto te gusta! (Gracias, Anna, por cierto por el pedazo poster de Campamento Mestizo season2). ¿Te ha llegado tu ficha y has flipado al leerla? ¡Díselo a tu organizadora! ¿Te ha resultado emotiva la última escena que te han narrado o cómo ha cogido un elemento narrativo que te inventaste y lo ha multiplicado? ¡Díselo!

9. Sé constructiva en las críticas

Cuando vayas a hacer una crítica a tu organizadora, hazla pensando qué dices y cómo, céntrate en cómo mejorar y no te olvides tampoco del punto 8. Si te ha gustado un rol en vivo pero hay un elemento que no te ha funcionado y escribes un mail de tres páginas a la organización diciendo cómo has odiado eso, sin nada más, se quitan por completo las ganas de trabajar. Sin embargo, si recibes un mail de tres páginas, con pros y contras y cosas a mejorar, se agradece y ayuda a seguir trabajando. ¡Haced siempre críticas constructivas!

Además, yo recomiendo siempre dejar una semana antes de decir nada negativo. Es lo que los nórdicos en rol en vivo llaman «week of stories», la semana de las historias. Una semana en la que en redes sociales solo se habla de la experiencia que has vivido, de lo que te ha gustado, dejando las valoraciones negativas para después de ella, cuando las organizadoras hayan podido descansar, oír cosas buenas y estar preparadas para recibir el resto del feedback.

Esto, a mi modo de ver, no solo sirve para ayudar a que no colapsen las organizaciones, sino también a que las críticas sean más constructivas. Tomarte unos días para analizar qué no te ha funcionado y porqué es mucho mejor que escribir un mail en caliente donde igual no estás siendo justa con tu valoración. Pongamos todas de nuestra parte.

10. Las organizadoras también son humanas

Y nunca, nunca olvides, que las organizadoras también somos humanas. Fallamos, caemos rendidas, tenemos vidas que nos pueden arrastrar hacia muchas cosas. Así que tenedlo en cuenta, y dad un poquito de amor al interactuar con nosotras.

No cuesta tanto, y puede significar un mundo.


Como siempre, si este artículo te ha gustado, agradecería profundamente que nos invitáseis a un café, lo que permitirá seguir con este blog muchísimo tiempo.